Tauro(El Toro)-Análisis Esotérico

Tauro, gobernado por Venus y Vulcano, es el signo de la iluminación y la lucha redentora, donde el deseo se trasforma en aspiración espiritual. Djwhal Khul lo vincula al 4° Rayo (Armonía a través del Conflicto), actuando como un crisol para la purificación del alma. A continuación, se profundiza en su simbolismo, regentes y función espiritual, respaldado por citas textuales:

ASTROLOGÍA ESOTÉRICALOS 12 SIGNOS DEL ZODIACO

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3/24/20253 min leer

Análisis Esotérico de los 12 Signos Zodiacales
4.2 Tauro (El Toro)
  • Regentes: Venus (exotérico), Vulcano (esotérico).

  • Rayo: 4° (Armonía a través del Conflicto).

  • Temas clave: Dominio del deseo, iluminación, "ojo del toro" (tercer ojo).

  • Cita: "En Tauro [...] el iniciado halla su camino, pasa al Ángel y deja atrás el velo rasgado interno" (p. 10).

Sección 4.2: Análisis Esotérico de Tauro (El Toro)
Tauro, gobernado por Venus y Vulcano, es el signo de la iluminación y la lucha redentora, donde el deseo se trasforma en aspiración espiritual. Djwhal Khul lo vincula al 4° Rayo (Armonía a través del Conflicto), actuando como un crisol para la purificación del alma. A continuación, se profundiza en su simbolismo, regentes y función espiritual, respaldado por citas textuales:

1. Regentes y Rayo
  • Regente exotérico: Venus, asociado al amor humano, la belleza y el deseo de posesión.

  • Regente esotérico: Vulcano, vinculado al fuego purificador y la forja del carácter.

  • Rayo: 4° Rayo (Armonía a través del Conflicto), que emana de las Pléyades a través de Venus y Vulcano.

"Tauro, el Toro [...] está relacionado con 'Caín que asesinó a su hermano', simbolizando la lucha entre los pares de opuestos" (p. 5).
Explicación: Venus, como regente exotérico, representa el deseo inicial de posesión material ("la ambición mundana", p. 17), mientras Vulcano, el regente oculto, personifica el fuego que "conduce a esa actividad creadora que es conscientemente aquella del alma operante" (p. 5). Juntos, forjan la armonía a través de la tensión entre materia y espíritu.

2. Función Espiritual

Tauro es el campo de batalla del alma, donde el deseo animal se eleva hacia la luz de la intuición:

  • Iluminación: Activación del "ojo del toro" (tercer ojo), símbolo de la visión espiritual.

  • Prueba de la Serpiente: Confrontación con la ilusión y el poder del deseo.

"El Toro [...] debe ser desgarrado y despedazado el hombre, y entonces ---la luz brillara; hasta que la Serpiente terrible haya luchado con el hombre y lo haya puesto de rodillas" (p. 10).
Explicación: Tauro exige la muerte del deseo inferior para alcanzar la iluminación. Esta lucha se refleja en su relación con Escorpio (su opuesto polar), donde "el calor de la tierra [...] destruyó la forma, liberó al alma y mató al yo inferior" (p. 19). El iniciado, tras vencer en Tauro, "eleva su cántaro de agua y se une a los Portadores de Agua" (p. 10), simbolizando Acuario.

3. Notas Clave y Simbolismo

Las tres notas clave de Tauro definen su propósito cósmico:

  1. "Domina el deseo y conoce la luz".

  2. "Destruye la ilusión y revela la verdad".

  3. "Forja el carácter en el fuego de Vulcano" (implícito en pp. 5, 17).

Simbolismo del Toro:

  • Cuernos hacia arriba: Aspiración hacia lo divino.

  • Ojo en el testuz: El tercer ojo, que "ha de ser abierto [...] para enfrentar toda experiencia" (p. 17).

"En Tauro [...] el iniciado halla su camino, pasa al Ángel y deja atrás el velo rasgado interno" (p. 10).
Explicación: El Toro simboliza la fuerza cruda de la naturaleza inferior que debe ser domada. En el hombre común, esto se manifiesta como terquedad materialista; en el discípulo, como perseverancia en el Sendero. Su energía es tan transformadora que incluso en la astrología ortodoxa:
"El Sol [...] llega finalmente a su consumación en Tauro, donde la latencia se convierte en potencia" (p. 17).

4. Tauro y las Tres Iniciaciones

Tauro está ligado a la segunda iniciación (la del Discípulo Aceptado), donde el alma domina el deseo:

  1. Purificación del deseo (Tauro): Trasmutación de lo animal en divino.

  2. Iluminación (Leo): Activación del corazón espiritual.

  3. Liberación (Acuario): Servicio grupal.

"El calor de la tierra, el temperamento ardiente de la madre, destruyó la forma, liberó al alma y mató al yo inferior" (p. 19).
Explicación: El fuego vulcaniano en Tauro quema las ataduras del deseo ("la Serpiente [...] luchó con el hombre y lo puso de rodillas", p. 10), preparando al discípulo para recibir la luz de Leo y el servicio en Acuario.

Conclusión:

Tauro no es solo un signo de posesión material, sino el crisol donde el alma forja su libertad. Su energía, canalizada a través de Venus y Vulcano, destruye la ilusión para revelar la "verdad interna" (p. 10), cumpliendo el mandato del Antiguo Comentario:

"La medianoche se fusiona con el mediodía. Dios, el Padre, rige" (p. 22).